ACTIVIDAD FÍSICA, DEPORTE Y COMPETICIÓN

Esta terminología tan usada y menos practicada de lo que se debiera.

Tras una forma de vida cada vez más sedentaria y comodona, la falta de movimiento en nuestro quehacer diario provoca  graves problemas de salud y calidad de vida, sin contar los costes sanitarios, sociales y económicos que provoca a medio y largo plazo.

Me gustaría definir a groso modo esta terminología que muy a menudo se confunde .

La actividad física se refiere a cualquier acción que implique movimiento. Que llevado a nuestro campo se podría delimitar mejor dentro del ejercicio físico. En éste o la otra según el concepto más o menos genérico, podemos englobar todos los juegos populares, tradicionales , predeportes, deportes, deportes adaptados, bailes y danzas, caminar, pasear en bici, nadar, patinar, correr, navegar, y un largo etcétera.

Cuando hablamos de deporte, una actividad física, pero con un reglamento a nivel internacional, especificando una serie de modalidades según sexo, edad, peso, minusvalía, distancias, niveles de dificultad, etc;  institucionalizado mediante federaciones y clubes que irremediablemente se asocia a la competición. Sin embargo se debe diferenciar entre deporte recreativo y competitivo.

La competición se puede considerar la manifestación más extrema de la actividad física, la más desnaturalizada. Implica oposición, disputa, entrenamiento específico y minucioso, planificación y rendimiento máximo. Se relaciona con el afán de superación, pero también la necesidad de demostrar que somos mejores, que estamos a otro nivel.

La competición la practica una pequeña parte de la sociedad, lo que la hace destacar más.

Y a nivel profesional tiene en la actualidad una repercusión social, económica y cultural, como nunca antes en la historia de la humanidad se había dado. 

Los deportistas de élite son los dioses, los héroes, los ídolos, los personajes a imitar y a envidiar.

La competición como fin en sí misma, con frecuencia, se sale del umbral de lo saludable.

Nos pegamos media vida abusando de la salud y la otra media intentando recuperarla.

Y yo, ya hace tiempo que pasé de los cuarenta.

Después de toda esta verborrea, quiero decir que desde hace tiempo le estaba dando vueltas a dejar las competiciones y hacer deporte simplemente por el placer en sí mismo de practicarlo, o si lo prefieren, simplemente actividad física.

Este atrevimiento se puede equiparar a ir una mañana a una iglesia a mitad de la misa dominical, entrar dando una patada a la puerta (a la más grande que haya, la principal), subir al púlpito y decir:

“Estáis chalaos, Dios no existe”.

Pero nunca me ha dado miedo decir lo que pienso. Y eso que muchas veces he estado en rigurosa minoría, por no decir solo. Y así me va. 

 Haré frente como pueda al chaparrón que me va a caer encima.

Sé que no estoy descubriendo nada, ni pretendo buscar seguidores. Es una reflexión en voz alta. Tampoco pretendo que sea una justificación. Simplemente, es otra opción.

Aunque no se puede decir: -De esta agua no beberé-.

En adelante me considero un:

 CORREDOR SIN DORSAL.

Saludos traileros.

Jes.   Corredor sin dorsal.

Finalmente dejo una cita:

Podrá no haber maratones, pero siempre habrá corredores y, para mi, el verdadero corredor es el que, día tras día, espera con la fe de un novicio el renovado encuentro con la naturaleza, sin mas premio que vivir la armonía del cuerpo al escuchar sus pisadas sobre las hojas muertas, abatidas por un chubasco otoñal..Podrá no haber carreras, podremos no competir, pero a estos paraísos cercanos podremos volver siempre. ¿Qué importan los tiempos, las marcas ni que no hayamos sido campeones?” (Toni Lastra)